Te encuentras con el calor, el ardor repentino de una quemada por aceite, el dolor de piernas por estar 12 horas trabajando sin nada mas que querer hacer esto por el resto de tus dias y te encuentas rodeado de acero, sartenes calientes apilados esperando ser lavados y otro monton colgados esperando a entrar en contacto con tus manos para ser llevados por ese fascinante mundo de los fogonez donde esta el alma de ésta vida que pocos entienden y muchos menos aman ; te ecuentras entre gritos, reclamos de uno que otro personaje obsecionado con la prfeccion a quien con respeto (y un poco de odio repentino) nos caudramos y llamamos Chef, en ocaciones mas temido que el mismo diablo y en otras mas respetado que los mentores de tu vida ; te encuentras con un vaso de agua tan exquisito como el mejor de los vinos del mundo ampaÑado de un grito glorioso de "esto es todo por hoy señores, recojamos y nos vemos maÑana!", te encuentras con una camara fria vacía que apenas una hora antes se encontraba en su maximo esplendor ; jabon en tus suecos, bromas soeces y divertidas mientras restriegas el resultado de uno de los bailes mas coordinados de todas las artes. Te encuentras en medio de la madrugada con una cerveza acompaÑado de tus compaÑeros de batalla tan humanos como tu, tan piratas como tu. Llegas a tu cama, el trono merecido, la testigo de ideas, recetas, plegarias y aventuras, cierras los ojos y duermes sin poder dormir, descansas sin poder descansar, pensando en todo lo que te espera por hacer al siguiente turno. Milagrosamente despiertas como si nada hubiese pasado, te levantas vas directo al espejo y te te vez, te encuentras al fin cntigo, levantas la mirada y agradeces por darte la dicha de comensar este baile un dia mas...
...pero sobre todo agradeces la dicha de ser COCINERO
Gabriel Bolaños
Cocinero
2 nov 2013
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